Punta Lourde-Rocheblave (3.104 mts.)

Punta Lourde-Rocheblave (3.104 mts.)
25 de Julio del 2008

18 junio 2008

COVA DE SES DUES BOQUES
(Publico esta ruta a petición de Pep Xisco Pardo, magnífico montañero y buen amigo, que me enseñó maravillosos rincones de los Pirineos durante bastantes veranos).

La primera mitad de la ruta de hoy es un poco complicada; no tiene ninguna dificultad técnica importante (pues el Pas que llamamos del Petit Pi, se supera fácilmente empleando un poco la fuerza de nuestros brazos) pero encontrar la Cova y el Pas no resulta sencillo. Como compensación, la segunda mitad, con múltiples alternativas, siempre discurre por caminos muy marcados.
------------------------------------------------------------------------------------------------

Duración de la excursión: unas 4h 30’ de caminar efectivo.


Dificultad: Media***. Aparte de la complicada orientación de la primera mitad, la única dificultad es el Pas del Petit Pi, unos 4 metros, en donde es necesario auparse con los brazos


Equipo: Un sencillo equipo de montaña.


Agua: Sólo en la Font de s’Abeurada, al principio y final de la ruta, podemos hallar agua


Ayudas: En el mapa de Alpina “Mallorca. Tramuntana Central”, está indicado buena parte del itinerario de hoy. Pero no el trozo más complicado, la subida a la Cova de ses Dues Boques y al Pas del Petit Pi


¡¡Respetar siempre la naturaleza!!
Comenzamos nuestra andadura en Valldemossa, en el final de la Urbanización de San Vicente Ferrer (la que hay llegando al pueblo a la derecha, antes del parking público), en el vial de más al Norte de la misma, una calle sin salida (Carrer de les Oliveres). Al final de dicha calle empieza una pista de tierra. Casi enseguida, por la izquierda, arranca el antiguo camino de carro, muy estropeado, que sube al Pla des Pouet. Ascendiendo por él dejaremos a la derecha la desviación a Ses Basses, salvaremos una pared medianera por un botador, y nos dirigiremos, ahora a la izquierda, a Sa Font de S´Abeurada que está allí mismo (10’).

(Font de s'Abeurada)
Y desde ella tomaremos un camino ancho que nos llevará (SW) hasta la proximidades de las Cases de Son Moragues. Según mis noticias esta finca ha sido comprada por la Fundacción Acciona o la familia Entrecanales, c'est la meme chose. Esperemos que ello no ocasione problemas de paso.
El bonito camino llanea atravesando un par de barreras.

Después de una curva, desciende a un claro con unos grandes pinos. Seguimos bajando a la derecha.


Descendemos unos metros más por el ancho camino.


Pero ¡atención! porque en cuanto podamos hemos de desviarnos a la derecha subiendo un poco.Hemos de avanzar Norte sin perder ni ganar altura, hasta llegar a una barrera y una caseta (30’). Pero no hemos de pasar la barrera. A la derecha (E), mediante un zigzag, sube un camino de carro que discurre junto a un forn de calç en el que ha crecido una higuera. Por él llegaremos a un portell sin barrera en una paret de partio. Después del mismo hemos de encaramarnos a la derecha, hasta otro bancal superior en el que hay restos de una sitja y una caseta. Por este bancal hemos de progresar en oblicuo izquierda (NW) hasta el pinar que ya veremos.

Ahora nos hemos de fijar bien, porque al poco, dentro ya del pinar, hemos de encontrar restos de un senderillo que arranca a la derecha, y sube lentamente (NW) hacia los restos de una pared medianera de escasa altura (45’).


No hemos de sobrepasar esta baja pared, hemos de subir a la derecha (E) siempre más o menos paralelos a la misma (hay algunos hitos).


Salvamos un par de resaltes rocosos

Más arriba nos alejamos de la pared hacia la derecha, a encontrar una vaguada encima de la cual, en una especie de cornisa, ya vemos la entrada a la Cova de Ses Dues Bocas (15’).

Como su nombre indica, esta Cova tiene dos bocas, una por la que entramos, y otra que se abre en el acantilado encima de Son Moragues, y constituye un espléndido mirador sobre todo el Pla del Rei (ojo que el salto es mortal de necesidad).


Volviendo a salir de la cueva hemos de tomar a la derecha, cruzar una empinada vaguada, progresar por una especie de cornisa donde hay otra cueva, y subir a la derecha, para situarnos encima de esta última cueva. Entonces ascendemos hasta los pies del acantilado.


(Diego Sans nos explicó en el Forum del GEM que, en este punto, nos podemos desviar a la izquierda para alcanzar en unos pocos minutos (unos 50 mts.) un robusto marge, superando el cual y subiendo por una vaguada mediante un par de zigzag, nos colocaremos enseguida en la parte alta del acantilado. Y desde allí, a la derecha, llegaríamos a la parte superior del Pas des Petit Pi, y al camino al Mirador de Na Torta). Un día iré a explorar esta alternativa. Pero hoy, a los pies de los acantilados, seguimos hacia la derecha bordeando la base de los mismos.

Y vamos buscando el rincón donde se halla el único lugar practicable: el Pas des Petit Pi (15’).

El Pas tiene un arbolillo a la derecha para apoyar el pie, y otro a la izquierda para agarrarnos con las manos y salvarlo. Pero ¡ojo! porque el mismo Diego, nos anunciaba que uno de los arbolillos ha sido cortado por algún desaprensivo. Así que puede que salvar el Paso tenga, ahora, un poco más de dificultad.

(Pas des Petit Pi)


(El Pas visto desde arriba)

Ya encima del Pas avanzamos hacia la derecha (SE), para encontrar enseguida el camino que nos lleva al Mirador de Na Torta (15’) y desde él al Pla des Pouet (15’). Habremos tardado (más o menos según lo que nos haya costado orientarnos) 2h 30’ desde el inicio.
(Es Pouet)
Para completar nuestra ruta de hoy, ahora tenemos muchas alternativas, siempre por caminos claros. Yo prefiero la que desde el Pouet, sube por la izquierda (NW) al Mirador de Can Costa (de les Puntes)...
(Mirador de Can Costa o de Ses Puntes)

pasa por la cima de Sa Talaia Vella...


se dirige a la Caseta de la Talaia Vella (Caseta Refugi)...


baja al Coll de Son Gallard (donde hay unos pedrissos que hizo construir s’Arxiduc), y sigue recto (SE) por el Cami de S’Arxiduc, hacia el Puig Caragoli. Pero ¡ojo! porque nosotros hemos de tomar un desvío a la derecha (a unos 07’ del Coll) a la Cova del Ermita Guillem.


(desvío que hemos de tomar)


(Cova de s'Ermita Guillem)

(interior de la Cova)
Este curioso lugar es un antiquísimo centro de vida eremítica, de manera que hay que respetarlo seriamente. Y desde él , dejando a la izquierda la entrada a sa Cova de s'Ermita, podemos bajar hacia el Sur, por restos de sendero que atraviesa una rosseguera, de nuevo al Pla des Pouet, y a Valldemossa.
(Vista del Pla des Pouet, al cual nos dirigimos)

(Rosseguera bajando al Pla des Pouet)

En el centro del Pla des Pouet desembocaremos en el ancho camino que, hacia la izquierda (S), nos bajará de nuevo a Valldemossa.

Esta segunda parte de la ruta, nos habrá supuesto unas 2h. más de caminar.

Palma de Mallorca a 3 de Junio del 2007



03 junio 2008

EL PUIG DE BALITX I LA COVA DEL MIGDIA

Divertida ruta con una “grimpada” al Pas d'en Barona. Y espléndidas vistas sobre la costa norte y el valle de Soller.
-------------------------------------------------------------------------
Duración de la excursión: 4h. 30’ de caminar efectivo.

Dificultad: Media***. Conviene estar algo entrenados, y tener buen sentido de la orientación en montaña

Agua: Posibilidad en la Font des Salt. Pero siempre hay que llevar agua por Mallorca, las pocas fuentes no siempre manan.
Ayudas: En el mapa de Alpina “Mallorca. Tramuntana Central”, figura la zona que vamos a recorrer, y está señalizado prácticamente todo el itinerario.

¡¡Respetar siempre la naturaleza!!

--------------------------------------------------------------------------
Nuestra ruta de hoy transcurre por una serie de caminos antiguos, poco transitados y, por ello, invadidos por la vegetación y, a ratos, algo perdidos. Así que hemos de estar atentos para poder seguirlos sin errores.

Iniciamos el recorrido en el Puerto de Soller, por el Cami de Sa Figuera, carretera asfaltada paralela al torrente del mismo nombre, que nos llevará en 20´ al llogaret y Cases de Sa Figuera. Al llegar a las mismas cruzamos entre las dos primeras casas a la izquierda, para encontrar un camino empedrado que pasa por detrás de Can Bardí.

(Can Bardi)

Este camino se convierte en una pista que seguiremos hasta las Cases de Ca s'Hereu.

(Ca s'Hereu)

Detrás de las mismas, en un huerto de naranjos, se inicia el bonito y espectacular Camí de Ses Basses.


Al llegar a Ses Basses y a un porxo derruido (45´ desde Sa Figuera) el camino se acaba.

(Ses Basses)


(Porxo en Ses Basses)

Ahora tenemos que subir por los bancales abandonados, hasta alcanzar la base del Puig de Balitx. Desde aquí derivamos algo a la izquierda (Noroeste) sin camino, pero con algunos hitos (fites) que nos señalarán la dirección, para subir por una especie de ancha chimenea (fácil),


hasta el collado que vemos encima de sa carena (la cuerda), de los dos el que está más próximo a la cima, donde se halla el Pas d'en Barona (40´ desde las Basses)

(Pas den Barona)

Desde encima del Paso – muy fácil de superar – un sendero nos llevará (Este), en 15´, hasta la entrada de la enorme Cova del Migdia.



Y la cima del Puig de Bàlitx (580 mts.) ya nos queda muy cerca, sólo nos separan de ella unos 20´ de subida hacia el Norte, aunque sin sendero. Desde la cima hemos de bajar por un terreno rocoso algo dificultoso, en dirección Sureste, hasta alcanzar la horrorosa pista que se abrió, para los trabajos relacionados con la conducción del agua de Sa Costera hasta Soller. Si prestamos atención, podemos seguir – siempre en dirección Suroeste - los trozos que han quedado del viejos camino empedrado, para evitar parte de la nueva pista.
Desembocaremos en otra pista que seguiremos hacia la derecha y que, siempre en dirección Suroeste, nos llevará hacia las Cases de Balitx d'Amunt. Dejaremos las Cases bastante a nuestra izquierda (Sur) y, por ancho camino al Oeste, alcanzaremos la Font des Salt (más o menos una hora desde la cima del Puig).

(A lo lejos: el Salt, que da nombre a la fuente)

(Font des Salt)

Bueno, ahora hemos de prestar mucha atención, porque hemos de continuar hacia nuestra derecha – Noroeste – por encima de un bancal que hay frente a la Fuente, para enlazar con el antiguo Cami de la Coma del Port. (Siento no disponer de fotos de este tramo de la ruta, pero pendiente de seguir el camino, que se halla bastante perdido, me olvidé de hacerlas).

Este camino, que avanza primero Norte y luego Oeste, como algunos de los que ya hoy hemos transitados, se encuentra, como digo, a ratos bastante perdido e invadido por la vegetación. Pero una antigua canaleta - más o menos paralelos a la cual iremos descendiendo - nos servirá para conectar con él, y seguirlo en los trozos en que prácticamente ha desaparecido.
Una vez atravesado el Torrent de Sa Figuera, el viejo camino se convierte en moderna y antiestética pista. Pero por ella, tras pasar por las casas de Sa Coma y de s'Hereu, llegaremos de nuevo a Sa Figuera y al Port de Soller (unos 70´ desde Sa Font des Salt).




Palma de Mallorca 13 Diciembre 2006

31 mayo 2008

55 AÑOS DE LA 1ª AL EVEREST.


En el verano del 53 o del 54 ¡del siglo pasado! en Valldemossa, donde veraneábamos y cuando acababa de cumplir los once o doce años, leí el libro del Sir John Hunt “La ascensión al Everest”. En los días siguientes unos soldaditos de plástico que tenía, se convirtieron en los aguerridos montañeros de la expedición inglesa que había coronado, por primera vez, la cima más alta del planeta. Las pequeñas figuritas de los Hillary, Tensing, Lowe, Bourdillon (mi favorito), Westmacott... etc. subían y bajaban por la pared de pedra en sec que había en el jardín de nuestra casa, encordados los unos a los otros por trozos de hilo de coser, como por Everest en miniatura.
Es posible que la lectura de dicho libro, que he vuelto a releer varias veces, plantara el germen, sin yo darme cuenta entonces, de mi posterior pasión por la montaña.
Ahora ya ha pasado más de medio siglo, me parece mentira, y todavía me asombro y me emociono contemplando las fotos de aquella gesta. Hay que fijarse bien en como iban equipados, para alcanzar a comprender de que pasta estaban hechos aquellos montañeros. Me recuerdan las americanas de “tweed”, las camisas de franela, las bufandas de lana, las polainas de tela.... el equipameinto de Mallory y sus compañeros 30 años antes.
Es verdad que Hillary y Tensing subieron con oxígeno, algo que desde que Messner demostró que se podía subir sin él, está muy mal visto. Pero ello no desmerece, a mi parecer, la grandeza de aquella gente. ¡Que tipos, que espíritu, que fortaleza, que fuerza de voluntad...!
En fin... adjunto algunas fotos como pequeño tributo a su memoria.








25 mayo 2008

"Un rescate así es la grandeza absoluta"

ÓSCAR GOGORZA - Pamplona - 25/05/2008
Se puede entender la montaña y valorar profundamente a un alpinista aun sin tener la fiebre de las cimas. Jorge Nagore no es un montañero. Ni falta que le hace. Este periodista de Pamplona era una de las personas más unidas a Iñaki Ochoa de Olza y, junto a Koldo Aldaz y Cris Orofino, integrante del núcleo duro responsable de la coordinación de un rescate que, si no llegó a tiempo de salvar al navarro, ha dignificado valores como la amistad y la solidaridad. Nagore desvela los entresijos de seis días de pelea y recuerda que él es sólo una más de las numerosas personas que se volcaron para socorrer a Ochoa de Olza.
Pregunta. ¿Cómo empezó todo para el pequeño grupo que ha coordinado las labores de rescate de Iñaki?
Respuesta. El martes, después del shock del lunes, Koldo Aldaz comprueba que no es operativo que cada uno de nosotros realicemos gestiones desde nuestras casas, con pocos medios. A pesar de que tanto a Horia Colibanasu como a Iñaki se les terminan las baterías del teléfono satélite y que desde el lunes a las seis de la tarde no sabemos nada de ellos ni de Alexei Bolotov, Koldo ve ese día que es prioritario centralizar el esfuerzo. Por eso se pone en contacto con Diario de Navarra, copatrocinador de Iñaki junto con Lorpen, le pide ayuda y el periódico se vuelca. Y, entonces, desde la madrugada del martes hasta el miércoles y hasta hoy, aquí estamos unos cuantos. Simplemente, ha coincidido que somos diez o doce. Podríamos haber sido varios miles. Pero no había una sala tan grande. También hay que decir que, sin la increíble ayuda de los equipos que en casa tenían todos los escaladores, de los gestores de la página web mounteverest.net y de muchísima más gente, habría sido inviable.
P. Hace apenas diez años no existían los teléfonos vía satélite. ¿Qué habría sido de Iñaki sin la posibilidad de este tipo de comunicación?
R. Habría muerto posiblemente de inmediato, quizás el jueves, porque no habría tenido la dexametaxona y el corticoides que Ueli Steck le inyectó ese día. ¿Quién sabe? Horia habría bajado después de haberle cuidado como lo ha hecho ahora, pero con mucha más angustia porque no habría tenido la ayuda moral que ha tenido y el conocimiento de lo que se estaba organizando y de la gente que venía. Tal vez también habría muerto.
P. ¿Cómo explicar el gesto de Colibasanu, el regreso sobre sus pasos de Alexei Bolotov o la carrera montaña arriba de Steck y Dennis Urubko?
R. Amistad, compromiso, cariño, admiración por Iñaki, sembrar y recoger, respeto... La grandeza absoluta. No hay palabras. Es que no las hay. Cualquiera que sepa lo que supone la cara sur del Annapurna y esa ruta estará de acuerdo.
P. ¿Cuántas veces se sintió impotente pese a semejantes esfuerzos?
R. Tantas como feliz y profundamente emocionado cada vez que cada una de las cientos de pequeñas mínimas gestiones salían bien o mal, algo se retrasaba o algo no encajaba. Pero, ante todo, estaba impresionado por lo que hacía esa gente allá. Lo dijo Gregorio Áriz: "Ha sido una pirámide perfecta". Todo estaba planeado al milímetro por ellos para que el viernes a Iñaki le llegara el oxígeno de Urubko, que la cámara hiperbárica llegase al campo 3... Entre Steck, Urubko y Don Bowie, algo más retrasado que Urubko pero que también habría llegado al campo 4, tratarían de bajar a Iñaki como pudieran hasta el campo 3 o lo más cerca posible.
P. ¿Cómo y dónde han vivido estos seis últimos días?
R. En la arista este de la cara sur del Annapurna con miles de personas más que conocían y querían a Iñaki antes de esto y millones más que le han conocido ahora y se han impresionado por el drama y por el increíble gesto del que creemos que es el primer rescate de esta envergadura en la historia: sólo dos de los 14 escaladores que han participado estaban en esa montaña cuando se produjo el accidente. Si se refiere a dónde físicamente, en una sala del Diario de Navarra casi las 24 horas, aunque hemos hecho turnos para no derrumbarnos. Respecto al cómo, con una mezcla de realismo y, al tiempo, optimismo, asombro, tensión absoluta y emoción infinita. A todos se nos saltaban las lágrimas cuando nos enterábamos de que Bogomolov subía y Bolotov sufría, pero resistía para apoyar e incluso subir al campo 3. Han estado 14 escaladores y desde ahora para nosotros los 14 ochomiles son ellos.
P. Fallecido Iñaki, apenas se concedieron unos minutos antes de ponerse manos a la obra para garantizar la seguridad de las 14 personas diseminadas por la montaña. No tuvo que ser fácil cambiar de registro...
R. Decir lo contrario sería mentir. Pero este grupo lo bueno que ha tenido es que todos somos diferentes. Cada uno aportaba ideas distintas, frialdad, emoción, todo lo que tenía... En ese momento la frialdad de Juan nos lo hizo ver claramente. Lo vimos al instante, a los 15 minutos de escuchar la noticia de los labios de Horia y de que Pablo llamara a la familia. Era crucial trabajar para que se enteraran los escaladores lo antes posible y regresaran lo más bajo que pudieran. Y era vital que los helicópteros siguieran allá ante la posibilidad de que el tiempo empeorara. Todo el viernes el tiempo fue malo y para ayer y hoy las previsiones todavía eran peores. Afortunadamente, nuestros particulares héroes ya están a salvo gracias exclusivamente a su talento, fuerza y técnica. Desde aquí sólo se ha intentando presionar, informar y avisar. Poco más. Todo el mérito es de ellos.
P. Ayer, uno de los hermanos de Iñaki pudo al fin hablar con Colibasanu. ¿Cómo fue?
R. Sabíamos durante toda la noche que cada minuto que Iñaki aguantaba era un milagro, dado que su edema pulmonar avanzaba y que cada vez la respiración era más acelerada y fuerte. Pablo hablaba con Horia y con Nancy [compañera de Iñaki, presente en el campo base] cada vez que podía. Aunque el resto estuviéramos en otras cosas, conteníamos la respiración, le mirábamos, esperábamos. Enseguida nos hacía gestos para tranquilizarnos y seguíamos. La última vez no fue posible. Escribió RCP, reanimación cardiopulmonar; dibujó una cruz y nos quedamos en silencio. Duro, muy duro. Ver llorar como un niño a un médico intensivista como Koldo Martínez, que nos acompañó los dos últimos días y noches, que las ha visto de todos los colores en medicina y que no conocía de nada a Iñaki, plasma el nivel de tensión y compromiso que había.
P. Seguramente, Iñaki habría escrito una crónica fantástica con todos estos sucesos...
R. Que nadie lo dude. La habría titulado a su manera punki, Pa habernos matau, o así. No sabemos si echaremos más de menos al Iñaki que escribía, al que daba charlas fantásticas, al que subía o no subía montañas o a qué Iñaki. Es, al margen de lo personal, una pérdida enorme para el himalayismo mundial. Esas 14 personas también lo entendieron así, al igual que otros muchos escaladores que se ofrecieron, pero que no llegaron a tiempo a los vuelos.
© Diario EL PAÍS S.L. - Miguel Yuste 40 - 28037 Madrid [España] - Tel. 91 337 8200